Vigan y Baguio, recorrido por Luzón
Hay veces en los que la pachorra de no informarnos bien y la confianza de que antes o después llegaremos a nuestro siguiente destino nos mete en unos berenjenales... Y esto fue lo que pasó en nuestro "viajecito" desde las terrazas de arroz de Batad hasta la ciudad de Vigan, y con berenjenal me refiero a tener que soportar muchas más horas de viaje de las que teníamos en mente!! Lo vamos a relatar con detalle porque no tiene desperdicio...
Sobre el mapa las dos ciudades deben estar a unos 200km de distancia (piensas, por mucho tiempo que sea no pasaremos de las 4-5 horas entre esperas, etc.) pero sorpresas te da la vida... Salimos del pueblo de Batad a las 7 de la mañana, para poder recorrer tranquilamente las dos horitas de caminata por la montaña que separan al pueblo de la carretera más próxima, en la que debíamos coger un jeepney a las 9 de la mañana como tarde (por lo visto solo circulan entre las 6 y las 9 :S ). Etapa superada, aunque eso de estar empapados de sudor a las 9 de la mañana sin ninguna ducha prevista en unas horas no es nada agradable!!! Cogimos el jeepney previsto hasta Banaue, dónde debíamos investigar como llegar hasta Vigan. Muy amablemente en la oficina de turismo nos indicaron una secuencia de jeepneys con diferentes destinos: jeepney a Legawe, jeepney a Solano y allí buscad un bus a Vigan. Ok, perfecto, una horita el primer jeepney (carretera de curvas sin fin) y una horita el segundo jeepney a Solano (a tope de gente, bolsas, cajas de huevos...).
Al llegar a Solano mi primera sorpresa fue encontrar que TODO el pueblo es un lugar libre de tabaco... Cómor??? Pero dónde estamos?? En fin, a los 15min nos indicaron que subieramos a un bus con destino a Villas y de ahí que buscáramos otro a Vigan. Aquí ya pensamos, esto se va de madre... Pero nos convencieron de que no había ningún transporte directo hacia Vigan así que subimos al bus. El momento difícil surgió cuando una agradable mujer nos comentó que eran 5horas de viaje hasta Villasín, y no sabía cuántas más de Villasín hasta Vigan... Subrayo, primero 5h y después no sé cuántas más. Las cuentas ya no cuadraban, era imposible que esa "pequeña" distancia que veíamos en el mapa supusiera tantas horas de viaje... (Hay que decir que nos basábamos en un mapa cutre de agencia de viajes, porque nuestra súper guía descansaba plácidamente en el hostal de Manila, dónde habíamos dejado las mochilas grandes en estos 10días de ruta por Luzón)
E aquí la solución: en este momento vimos un cartel que indicaba que viajábamos dirección Manila (osea, dirección al sur, cuando Vigan está al norte del todo de la isla...) Aaaah vale!!! Que el viaje es en "V" porque no hay carretera directa y el total de kilómetros son más de 700!!! Que bien!!! Jajajaja, por quéeee...?!?! En resumen, llegamos a las 00h a Vigan tras 18h de transportes varios (acabaron siendo: 2h de caminata, 3 jeepneys, 1 autobús urbano y un autocar con el modo congelador activado). Nuevo récord de la pareja!!
Por suerte Vigan es una ciudad preciosa y tranquila en la que pasamos dos días comiendo helados y paseando entre su variada gama de transportes: carros de caballos (calesas), bicis, motos, jeepneys, coches y autobuses (todo a la vez, por supuesto!). La ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidaad por la UNESCO, ya que fue una de las pocas ciudades que se libraron de los bombardeos de la II Guerra Mundial y puede presumir de ser la ciudad colonial española mejor conservada de Asia. Los edificios coloniales están muy bien cuidados y es una delicia pasear por las calles empedradas, aunque la mezcla de lo español y lo filipino a mi me cuesta bastante!! Imaginaros un pueblito castizo llenito de asiáticos, pero todos católicos, con sus mandamientos escritos en la calle, iglesias, etc. Raro, raro!
Tras Vigan nos dirigimos a Baguio en un viaje mucho más tranquilo de 7 horas en autocar (pero solo un transporte, bien!). En este caso la experiencia fue al revés, viaje tranquilo pero llegada a lo loco... Y es que Baguio es un conglomerado de gente, tráfico, locales, etc. en el que solo duramos una noche (alojamiento muy caro y lugar poco motivante, mala combinación...). Al día siguiente nos dirigimos a Asin Hot Springs, una zona de montaña en la que hay aguas termales y dónde acabamos quedándonos en el primer resort del viaje 😊(mismo precio que una habitación cutre en Baguio, amazing...) Y así pasamos 3 días más, remojándonos en la piscina, disfrutando de las preciosas montañas verdes, viendo llover por las tardes, probando platos filipinos y flipando de lo escandalosos que son los coreanos (Filipinas está llena de negocios y veraneantes coreanos) en cuanto entran en una piscina... 😉
Y visto y no visto tocaba volver a Manila para nuestro salto a Vietnam... Pero esto ya os lo contamos en el siguiente post. Por último, aquí van las fotos de Vigan y las de Baguio!