Ho Chi Minh y una guerra no tan lejana
Tras nuestro paso por Filipinas volamos a Vietnam con muchas ganas de conocer este país que trae a nuestra mente conceptos tan dispares como comunismo, guerra atroz y mucho, mucho turismeo. El primer contacto con el país fue un poco regulín (ahora os cuento), pero tras una semana recorriéndolo la verdad es que ha ganado muchos puntos y nos está encantando... 😊
El incidente regulín ocurrió al buscar un taxi para salir del aeropuerto de Ho Chi Minh (todavía llamada Saigón por sus habitantes), ciudad por la que entramos al país. Ya habíamos oído que aquí es muy, muy fácil que intenten timarte (y tras la ruta de estos meses ya tenemos bastante desarrollado el chip detector de timos) pero esta vez fue tan descarado...!! Total, llegamos al aeropuerto a la 1 de la noche y el tercer taxista con el que "negociamos" nos aceptó la carrera por 100mil dongs (3€ y pico). Perfecto, todos al taxi y en marcha. Pero... Oh! Llegamos a la salida del aeropuerto y el taxista detiene el coche a 20metros de la salida y se gira para informarnos que necesita 300mil dongs para pagar el impuesto de salida del aeropuerto. "What the f...??" "Yes, yes, y aparte los 100mil dongs que hemos acordado de la carrera" "Ok, pero ¿puedes acercarte a la salida para que podamos comprobar el coste de este impuesto de salida?" Silencio. Vuelve a soltarnos todo el rollo de los precios enseñándonos a la vez un papelito plastificado con su foto como taxista oficial y el listado de precios que no dejaba de repetirnos una y otra vez... Cómo si un papel plastificado fuera la ley... ¡¡¡A ver si hoy me pongo manos a la obra y me hago uno que diga que para nosotros todos los taxis de Vietnam van a ser gratis desde ahora!!!
Tras 5-10min bastante tensos dentro del taxi (los dos bandos repitieron sus argumentos más de 7 veces...) el taxista decidió devolvernos a la fila de taxis y dar por suspendida la carrera. Perfecto, nosotros encantados!! Así que tras otros 30min "evaluando" taxistas decidimos probar con otro que nos aseguró que por 150D nos llevaba sin ningún cargo extra. Pero la verdad es que fuimos toda la carrera acongojados... a) A las 2am por las calles de Ho Chi Minh se ven muy pocas almas. b) Realmente piensas, no tengo ni idea de a donde nos estarán llevando... c) Italo comenzó a esconder "disimuladamente" las tarjetas de crédito y el poco dinero que teníamos en efectivo por los calcetines, etc. Cosa que tampoco me tranquilizó demasiado...
Finalmente en menos de 10minutos nos dejaron en la zona de hostales sin ningún problema o incidente... Son de esos momentos en lo que yo me siento mal por haber desconfiado e Italo me insiste en que nunca está de más desconfiar de todo. 😉
Al día siguiente al fin pudimos comenzar a descubrir la ciudad viviente, con vendedores de todo tipo inundando las calles, motoristas ofreciendo sus servicios (“Motorbike, sir?” “Sir, Motorbike?” “Motorbike?” Acto reflejo: "No, thanks." "No, thanks." "No, thanks." Aunque yo ya ni eso, he perfeccionado una sonrisa estilo poker que sumada a un movimiento negativo con la cabeza consigue espantar todas las ofertas sin la necesidad de tener que repetirme como un loro... ¡¡Está bastante bien la solución!!), agencias de viajes, bares y restaurantes (el 80% con pasta y pizza en sus cartas), luces y neones y ¡¡muchos, muchos, muchos turistas...!!
Al recorrer la ciudad enseguida comprobamos que la guerra con EEUU se ha convertido en el mayor reclamo turístico, aunque la ciudad tiene mucha más historia. Bajo el nombre de Saigón fue la capital de la colonia francesa de Cochinchina (que gracia me hace este nombre... Aunque acabo de enterarme de que siempre lo he dicho mal!!! Conchinchina no...) y luego pasó a ser la capital de Vietnam del Sur cuando el país estuvo dividido en dos entre 1954 y 1975. (No vamos a remontarnos más atrás...)
La mayoría de lugares de interés turístico son edificios coloniales franceses; el teatro, la oficina postal, el ayuntamiento... Aparte está el Palacio de Reunificación (que solo vimos desde fuera porque no nos llamó demasiado... Solamente saber que se construyo en 1966 como palacio presidencial de Vietnam del Sur y lo llaman de Reunificación porque Saigón fue la última ciudad en "caer" tras la unión del norte y sur del país en el 75) y el Museo de los Restos de la Guerra que nos impactó bastante...
Y es que en Ho Chi Minh puede verse claramente como la población ha querido tirar para adelante con mucha fuerza y dejar atrás una guerra terrible que no ha conseguido hundirlos apesar de las horribles secuelas que han quedado... La ciudad es vibrante y colorida a la vez que los vendedores ambulantes intentan hacer negocio con mecheros, cantiploras, camisas, gorras... Supuestamente pertenecientes a combatientes de la guerra.
Por nuestra parte, quisimos conocer un poco más sobre este oscuro período en el comentado Museo de los restos de la Guerra. Y así fue como conocimos al Agente Naranja... Esto es un químico que provoca la caída artificial de las hojas de los árboles, pero los EEUU fueron un paso más allá y produjeron este químico con una elevada cantidad de tetraclorodibenzodioxina, considerada como uno de los químicos más peligrosos para las personas, ya que produce cánceres y malformaciones de nacimiento. Aproximadamente el 12% de Vietnam fue rociado con Agente Naranja afectando a más de 4 millones de personas (sin contar los muchos soldados estadounidenses que también se volvieron a su país con restos de este químico, cosa que confirmaron tiempo después sus hijos con las mismas enfermedades que desarrolló la nueva generación de vientamitas...). Los hijos y nietos de los expuestos vinieron al mundo con graves deformaciones, sin miembros, con enfermedades físicas y mentales. Y todavía hoy nacen niños que cargarán durante el resto de sus días con las consecuencias de semejante acto despiadado...
Cómo podréis imaginaros el museo nos dejó bastante regulares... Hay una excelente colección de fotografías de la guerra, además de un montón de fotografías del efecto del Agente Naranja. Es una fábrica de los horrores. Si alguien quiere ver más... Fotos de Magnum
Dedicimos contratar una pequeña excursión a los túneles de Cu Chi para el día siguiente y conocer más de cerca cómo los vietnamitas consiguieron hacer frente a los bárbaros del Agente Naranja y del Napalm (otra "maravilla" que los estadounidenses utilizaron para rociar los campos vietnamitas... Se trata de un combustible de gasolina gelatinosa que arde lentamente, arrasando todo lo que encuentra a su paso. Me parece increible que ahora puedan volver a verse verdes todas esas montañas y campos arrasados.) Y es que nos ha quedado claro que esta no fue una guerra "estratégica" o con objetivos definidos (la única excusa fue la lucha contra el malhechor comunismo...) Esta fue una guerra de masacre, con la única intención de hacer desaparecer a TODO el pueblo vietnamita, matando a hombres, mujeres, ancianos y niños, arrasando ciudades, aldeas y campos...
Pero los vietnamitas no se quedaron a la espera de que los EEUU se salieran con la suya y, ya que la superficie de su país estaba siendo arrasada, no tuvieron otra opción que pasar a vivir literalmente bajo tierra. Con todas las fuerzas del mundo y sus propias manos comenzaron a cavar larguísimos túneles en los que muchísima gente logró sobrevivir durante los 10 años que duró la guerra. Y no tuvo que ser fácil... Los túneles se cavaron a 3, 6 y 10 metros de profundidad así que imaginaros el agobio que eso podía ser, con el calor sofocante del país, los espacios comprimidos... Y llegaron a construir ciudades allí dentro, conexiones con Camboya, etc. Familias enteras vivieron allí mientras los más activistas se hartaban de construir trampas en la superficie para los soldados americanos (todas rústicas, con palos, clavos, etc.), entradas a túneles falsos donde los soldados morían sin ser capaces de saber por dónde volver a la superfície...
Aquello fue una cacería entre los dos bandos... Los EEUU lanzaban toneladas de bombas y químicos, los túneles se convirtieron en su mayor pesadilla ya que todos sus intentos de acabar con los vietnamitas se veían frustrados por la ingeniosa solución subterránea. Por ejemplo, intentaros ahogarlos llenando de agua los túneles, pero éstos estaban hechos para hacer que el agua volviera a los ríos cercanos de la zona...
Por nuestra parte, nos contentamos con hacernos la foto de rigor en una de las entradas a los túneles del lugar y a haber recorrido apenas 100metros de uno de los túneles (a unos 3 metros de profundidad) que ha sido ampliado para que los turistas podamos caber. No os imagináis la sensación de claustrofobia que da, tener que ir en cuclillas con el bochornazo... Y yo no quiero saber que sería estar ahí abajo con una guerra sobre la cabeza... Guerra firmada por esos que todavía ahora se autoproclaman como liberadores del mundo.