Ha Long, el dragón descendente
Continuando nuestra travesía en bus por Vietnam, llegamos a Hanoi, la capital de Vietnam. Tan caótica como cualquier otra ciudad del sudeste asiático. Pero tiene esa belleza pintoresca que nos ofrecen las ciudades.
Casi en el centro de la ciudad se encuentra el lago Hoan Kiem o "espada restaurada". Es el corazón y alma de Hanoi. Para los vietnamitas, el lago restaurado representa su historia. A este lago acuden la gran mayoría de vietnamitas (en especial gente de mayor edad) para hacer deporte, caminar o simplemente admirarlo en durante el día, y en especial durante el atardecer.
Recorriendo sus calles te encuentras a mucha gente, en especial los vendedores, fuera de sus tiendas, sentados en unos pequeños bancos muy típicos en Vietnam. Conversando de quién sabe qué, pero eso si, no dejando que la gente pueda caminar sin tener que estar esquivándolos.
Aún se pueden apreciar en su arquitectura restos de la cultura francesa, como lo es su pequeña Catedral de San José, o quizás la pequeña Notre Damme. Una pequeña Catedral embebida entre los edificios y calles de la ciudad y punto de encuentro nocturno de todos los jóvenes vietnamitas y, por qué no, también de los guiris (turistas) para ir de cena o fiesta.
A partir de aquí hicimos dos viajes en el norte de Vietnam. Uno hacia la bahía de Ha Long y otro hacia Sapa, que les contaremos en otro post.
Cogimos un tour cerrado desde la agencia de nuestro hotel, un barco de 2 días y una noche por la bahía de Ha Long. Es una de las formas más fáciles de acceder a Ha Long, sin preocupaciones de los autobus, motos y/o cualquier otro medio de transporte que debes coger si quieres hacerlo por cuenta propia. Además, posiblemente, es unas de las maneras más económicas. Eso si, cabe añadir que es mejor gastarse un poco más de dinero en un barco medio, y tener suerte de la tripulación que te toque, porque hemos escuchado y leído muchos casos de robos de dinero, móviles, etc dentro de los barcos. Y peor aún, le dan la vuelta a la tortilla hasta el punto en que seas tu el que se sienta culpable, además de no tener opción ni de reclamar a la policía o incluso, intentar hacerte firmar papeles donde dice que no te han robado nada. Pero bueno, nosotros tuvimos más suerte y no fue nuestro caso.
Después de 3 horas en un minibus, llegamos a la bahía de Ha Long. Muchísima gente, unos que llegabamos, otros grupos que se iban, y otros que aguardaban mientras otros ya iban camino a las islas. La bahía llena de los típicos barcos de madera a vela y bastante sucio. Pero estas cosas, además de ser muy común por estos lugares, pasan desapercibidas cuando estas con la mente en las islas, y pasan más desapercibidas cuando minutos más tarde llega tu barco a recogerte.
No era de lujo, pero se agradece las gracias que tenía.
Ha Long es patrimonio de la Humanidad, declarada por la UNESCO desde 1994 y vuelta a confirmar en el 2000, y significa "dragón descendente". Son varias las historias que se cuentan sobre esta maravilla de lugar.
Según la leyenda local, hace mucho tiempo, cuando los vietnamitas luchaban contra los invasores chinos provenientes del mar, el emperador de Jade envió una familia de dragones celestiales para ayudarles a defender su tierra. Estos dragones escupían joyas y jade que se convirtieron en las islas e islotes de la bahía cuando tocaron el mar, uniéndose para formar una gran muralla frente a los invasores, y de ese modo lograron hundir los navíos enemigos. Tras proteger su tierra formaron el país conocido como Vietnam.
Otras versiones cuentan que las joyas eran perlas, y la bahía fue creada cuando el dragón se lanzó al mar, y al caer, agitó la cola y ésta golpeó la tierra ocasionando profundos valles y grietas que acto seguido inundó el mar. Y se dice que el dragón aún vive en el fondo de la bahía.
A nuestra llegada, la bahía nos mostró una visión fantasmagórica de sus islas, como el humo que emerge de las fauces del dragón, apagadas por el agua.
El trayecto hacia las islas es de más o menos una hora, pero a medida que las islas o rocas van apareciendo de entre la niebla, el viaje, a su vez, se va haciendo cada vez más placentero. Admirando todos los paisajes que ofrecen. Son tantas islas y rocas, alrededor de 3000, que el solo hecho de moverte unos metros, hace que el paisaje cambie un 100%.
Una vez llegamos a una de las ciudades flotantes de Ha Long, nos subieron a unos kayaks para recorrer por media hora la bahía. No parece mucho tiempo, pero se recorre tranquilamente una muy buena parte e incluso nos dio tiempo para visitar una de sus muchas cuevas.
En el barco conocimos a una pareja de Eibar (País Vasco), Irene y Mikel, y a una chica Malaya, Helen, con los que pasamos los días más entretenidos en el barco y más adelante, daría tiempo para una última cenita/despedida en un restaurante en Hanoi.
Ya más tarde, hicimos una incursión en una de las cuevas más conocidas de Ha Long, la Sung Sot Cave o más conocida como la Amazing Cave. Es una cueva inmensa, con muchas estalactitas y estalagmitas, con varias bóvedas ayudadas por diversas luces de colores que ayudaban a resaltar las distintas partes de la cueva, haciéndola más impresionante a la vista del turista.
Además de ofrecerte unas vistas increíbles de Ha Long, una vez sales de ella.
Después de subir muchas escaleras, evitar resbalones en la cueva, bajar nuevamente muchos escalones, beber solamente UNA cerveza... toca descansar no?... pues a eso fuimos...
Unos cuantos saltos al agua desde la terraza del barco, entre 7 a 9 metros, alguno más afanoso se tiró más de cien veces, incluso ya muy tarde por la noche.
Al día siguiente no había mucho más que hacer, solamente pasar por unas de las rocas mas emblemáticas de Ha Long y detenernos en otra ciudad flotante desde donde se podía comprar cosas, alquilar kayaks y/o hacer alguna que otra excursión.
Aquí un ejemplo de la imaginación vietnamita, "Los gallos peleando", la roca más emblemática de Ha Long. A lo mucho vemos 2 rocas a punto de darse un piquito, pero un gallo y una gallina?... aún estamos analizando. Aunque no hicimos otra excursión, debido al cansancio, al Sol y a la pasta... la ciudad flotante nos dejó algunas de las imágenes más coloridas y otras graciosas de la visita.
Así terminamos nuestra visita a Ha Long:
Y aquí les dejamos el resto de nuestras fotos de Hanoi y Ha Long.