The Bolaven Plateau y los pueblitos de Laos

Nota: este post corresponde a un 28 de septiembre...

Al llegar a la pequeña ciudad de Pakse enseguida comprobamos el poco encanto de la ciudad. Pequeña (como nos gustan) pero sin ningún interés especial. Tras un par de consultas sobre los tours organizados por la Bolaven Plateau, decidimos que lo mejor sería alquilar una motico y recorrer la meseta del centro de Laos por nuestra cuenta.

La Bolaven Plateau es la meseta que queda en el centro del sur de Laos y el nombre Bolaven hace referencia al grupo étnico que antaño vivió en esta región. La zona está llenita de ríos y, por lo tanto, las paradas más turísticas son las diferentes cascadas de la zona. Además, esta zona te permite descubrir pequeñas aldeas de minorías étnicas que, sin duda, es lo que más nos ha gustado de este lugar. Pero comencemos por el principio...

Alquilar la moto, genial, 5$/día, honda y se ven bastante cuidaditas. Ah, ¿pero no hay automáticas? ¿Todas son manuales? Aiiiix... Creo que toda añadir una habilidad nueva al repertorio... Las marchas aquí (¿¿cuatro marchas??), se frena con el pié (bufff...) Vuelta de rigor en solitario, vale, parece que ya le voy pillando el punto. ¡Sube Italo!

Motorizados!

Ahora toca puente...

Ale, ¿dirección las cascadas de Phaxuam? ¿Saliendo a la izquierda? ¡Perfecto! Salimos de la ciudad llenos de optimismo, disfrutando de la libertad de ir a nuestro ritmo. Supuestamente a los ocho kilómetros debíamos girar a la izquierda, ok, estáte atento. 5km, 10km, 15km... Yo no he visto nada, ¿y tú? Na' de na'. Va, preguntemos.

¿Phaxuam Cliff? (señalando hacia adelante), cara de interrogación, mostramos el mapa, cara de concentración sin respuesta, ¿Paksong? ¿Tad Lo? ¿Sekong? ¡Ah! Y nos señala dirección Pakse (de dónde veníamos). No, este no nos ha entendido... Va, pues avancemos un poco más. 20Km, 30km... Esto no tiene sentido, deberíamos haber girado a los 8km y otra vez a los 21km, preguntemos de nuevo. ¿Phaxuam Cliff? Sin respuesta. ¿Paksong? ¡Ah! Sí, sí, todo recto, pero muy lejos (todo con señas). Ok, entonces vamos bien, ¿no? … ¿no?

Todo sonrisas...

bye

35km, 45km... Esto no puede ser, ninguna de estas señales anuncia ningún pueblo o cascada de los marcados en nuestro mapilla (nota mental, no vale salir en un viaje así con una fotocopia del mapa de la zona que solo te marca los sitios a visitar...). ¡Volvaaamos a preguntar! ¿Phaxuam Cliff? Sin respuesta. ¿Paksong? ¡Ah! Sí, sí, ¡hacia adelante!

No, no me lo creo. Mejor demos la vuelta y volvamos a empezar. Ale, 45km para atrás. Con estos 45km ya podríamos haber llegado a Tad Lo, el pueblito donde queremos pasar la noche... En fin, son las 13h (nuestros madrugones brillan por su ausencia), tenemos tiempo. Al llegar a Pakse nos dimos cuenta de que el simpático chico de la tienda de motos nos había indicado mal la dirección... Era hacia la derecha... Además, había otro pueblo llamado Paksong en la dirección errónea. ¿Se puede tener más mala suerte? 😉

Cascadas Phaxuan

En cuanto tomamos rumbo hacia la derecha todo comenzó a cobrar sentido. Encontramos el cruce de los 8km, el de los 21km y llegamos a las cascadas Phaxuam en una horita. Allí dimos un agradable paseo para estirar las piernas y descansar el trasero y a la salida paramos a comer en un pueblito. Todos los locales nos miraban llenos de curiosidad y los niños no dejaban de saludarnos (Sabai dee! Sabai dee!), muy entrañable.

Después del descanso partimos sin ninguna parada más hacia Tad Lo, lugar que encontramos fácilmente. Allí nos alojamos en el Palamei Guesthouse, muy, muy recomendable para todos los que hagan noche en Tad Lo. La familia es adorable, e invitan a todos los que se alojan a cocinar platos típicos de su país cada noche. El resultado son unas cenas muy entretenidas y perfectas para conocer a otros viajeros y compartir experiencias.

Conociendo locales...

Trekking en época de lluvias...

Al día siguiente dimos un largo paseo por la zona, vimos las cascadas, pasamos el rato con lugareños de pequeñas aldeas y nos mojamos mucho, pero mucho. Y es que pasear por Laos en época de lluvia puede resultar difícil, o almenos, ¡incómodo! Pero mereció la pena 😊

Esa noche, como éramos pocos en el guesthouse, el dueño (no recuerdo el nombre, sorry!) nos preparó la cena. ¡Y qué cena! ¡Tortilla de patatas! Sí, sí, con su cebollita, ¡mmmm! Y no penséis que nos gustó tantísimo por los 5 meses sin haber probado ninguna, ¡estaba realmente muy rica!

Al día siguiente nos dispusimos a seguir la ruta para hacer noche en otro pueblito, pero... Al cabo de media hora de salir y con sólo una cascada vista comenzó a llover... Mucho... Así que decidimos volver a Pakse y dar por finalizada la ruta. Nos quedamos con las ganas de ver más sitios, pero lloviendo y con la moto ¡nos rajamos un poquito!

Visitando familias...

Pueblitos

¡Y esta ha sido nuestra historia por el sur de Laos! En el próximo post os explicaremos cómo se para el tiempo en las 4000 Islas del sur, destino final de nuestro paseo por Laos.

Anuska
Barcelona, España
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