3272 k's por Australia
Los días siguientes recorrimos las carreteras un poco más al sur, pasamos por Rockhamptom y otros pueblos más, quizás sin que interesara mucho nuestra vista. Ibamos en dirección a un par de pueblos que nos habían recomendado días antes, Agnes Water y Town of 1770.
Al llegar cerca de nuestros destinos, empezamos a ver que la gente utilizaba coches antiguos, de los años 50 e incluso menos, restaurados y en perfecto funcionamiento, un deleite para los ojos, incluso para unos inexpertos como los nuestros, tanto que no tuvimos tiempo de coger la cámara y disparar.
Agnes Water y Town of 1770 son dos pueblitos playeros rodeados por parques nacionales y con algunas playas que incluso se necesitan 4x4 para llegar a ellas. Esta zona ya tiene un ego bastante grande gracias a su denominación como la Discovery Coast por la relación con James Cook en 1770, ya que el pueblo de 1770 fue el primero donde puso pié para fundar Australia.
Después de esta visita tocaba buscar "alojamiento gratuito", así que utilizamos unas vez más nuestra guía y elegimos uno un tanto alejado, ya que por la zona no habían. Gran sorpresa al llegar cuando vimos que esta área estaba a orillas de un lago con una increíble calma, aún con la cantidad de gente que había en el.
Y aunque nosotros humildemente deambulábamos por esos lares con nuestra pequeña pero apañada "AussieVan", algunos llevaban sus palacios rodantes para hacerte ver relativamente ridículo al lado de ellos...
"Da igual, a que somos más felicies, verdad amore?" — "bueeeno...", por cierto, la nuestra es el punto blanco que se ve al lado del palace on wheels.
Así que con nuestro ego bastante lastimado :p ... Nos dirigimos más al sur, alejándonos de aquella imagen, y llegamos a Noosa Heads, entrando así en la Sunshine Coast. Por supuesto, cómo no, es un lugar ideal para el surf y con un parque nacional, como casi tooodos los lugares en Australia. Pero aún no empezaremos con la Sunshine Coast, primero nos tocaba dar un voltio por otros lugares un poco más alejados del mar, en las montañas. Así que salimos de Noosa Heads y seguímos ruta, desviándonos hacia Mapleton y Maleny. Un par de pueblos de montaña que nos hicieron recordar algún pueblo europeo y nos mostró su pueblito tan apacible y perfecto para pasar una tarde.
Continuando por estas carreteras sacadas de cuentos, llegamos a las Glass House Mountains. Llegamos un poco tarde, ya casi al ocaso pensando que quizás no tendríamos la oportunidad de verlas bien, pero después de varias vueltas y giros para volver a coger la carretera correcta, no solo llegamos a tiempo, el problema fue que nos encontramos con otros motivos que acapararon nuestra atención.
Sip! Nuestros primeros canguros y con crías dentro de la bolsa... Una pasada! Aunque los tuvimos un poco lejos. Pero habrán leído que he dicho "nuestros primeros..." no?
Con una sonrisa que no nos cabía en la cara volvimos a la ruta en busca de cobijo nuevamente, sin importarnos que íbamos en una carretera casi sin asfaltar, sin marcas, de noche, lloviendo... Habíamos visto nuestros primeros canguritos!
Al día siguiente nos levantamos temprano para ir a Brisbane, la primera GRAN ciudad a la que íbamos en Australia, que emoción. "Aparca ahí" , "No se puede, es vado"... "Joer, no hay sitio... ahí hay uno!"... "nope, vado!"... "Ahíííííííí!"... Aparcamos, por fin "CUATRO dólares por una hora?????"... "Vámonos!"...
En fin, esta es una pequeña representación de cómo pasó Brisbane.
Al final terminamos metiéndonos 2 veces por la misma calle que nos sacaba hacia la carretera que llevaba fuera de Brisbane. La segunda dijimos: "Pasamos!" Ya no estamos acostumbrados a las grandes ciudades jaja... Así que seguímos en dirección a Surfers Paradise.
Lastimosamente no tuve mucha suerte con el tema de surf, por cuestiones de mareas, pero bueno... Tampoco hacía mucho calor pa meterse así, a pelo nomás! Aunque ya nos habían hablado de esta ciudad, no teníamos mucha idea de cómo sería en realidad. A lo lejos divisamos unos edificios enormes que cortaban el paisaje... Yo, iluso, pensé que seguíamos en Brisbane... "Maldita ciudad no nos deja salirrrrrr!!!"... Pero no... Estábamos llegando a Surfers Paradise.
Y no es fotomontaje! La ciudad es bastante entretenida. Hay mucho que hacer, mirar, comprar, etc. Lo que más nos impresionó es que hasta el sunset era artificial... El sol se ocultaba por detrás de los edificios, haciendo una sombra sobre la playa, obligando a los "veraneantes" que se movieran a los espacios con sol (entre los edificios aún se colaba la luz) o a coger toallas y empezar la vuelta a casa. Así como hicimos nosotros, a nuestra pequeña casita rodante y a buscar un lugarcito que nos dejara cerca del final de Queensland y el inicio de New South Wales, y lo encontramos en Sleepy Hollow, vaya miedo parar ahí, pero no vimos a ningún jinete sin cabeza ni nada por el estilo. Eso sí, el sitio daba miedito, pero nos acogió gratis.