12 semanas
Esto es lo que hemos hecho estos últimos meses, contar semanas. Y considerando cuándo empezamos, 12 semanas ya no son nada... 😊
¿Y cuándo empezamos? Siempre hay momentos que te afectan y hacen que le des vueltas a la cabecita, ya sean planes o acontecimientos de familiares y amigos o las típicas preguntas que te acechan casi sin darte cuenta... ¿Y si...?
En nuestro caso fue la boda del hermano de Italo, Giancarlo y Sara (¡¡que grandes recuerdos!!). Toda su familia disfrutaba de unos días de buen tiempo en el caluroso julio de Barcelona y ¡reclamaban una nueva boda para el verano del 2011! ¡Ayyy, que rica playa! ¡Avisad con tiempo para reservar los vuelos del próximo verano!
Nosotros sonreíamos mientras la idea del viaje iba asentándose y tomando forma. Más o menos la conversación inicial fue... Y tú y yo, ¿qué? ¿Cuenta vivienda? ¿Boda...? ¡¿Babys?! Bufff... ¿A ti te hace ilusión? Bueee... ¿Entonces? ¡¿Qué quieres?! Algo más...
Y ese algo más se convirtió en la ilusión de dejarlo todo, de romper con el itinerario “previsto” y salir a ver qué más encontramos por ahí. Tras estudiar, trabajar, independizarnos y encontrarnos (¡¡momentazo aquella final de la Champions!!), nos apetece una paradita, un momento de reflexión, un tiempo para nosotros... 😊
Con el vértigo inicial, todo comenzó a rodar: las guías comenzaron a llegar, un mapa mundi apareció para confirmar cuan grandioso es el mundo y listados de blogs nos hacían soñar despiertos con experiencias maravillosas... Por otro lado, nuestra vida actual reclamaba respuestas: ¿dinero? ¿trabajo? ¿piso? ¿familia?
Dudas y más dudas a las que tuvimos que hacer frente... En resumen, era una decisión “sencilla”: solo teníamos que asumir que era una decisión para lo bueno y para lo malo. Simplemente asumir todo lo bueno que podríamos disfrutar y todo lo malo que deberíamos aceptar: los riesgos, el volver a empezar... ¡¡Casi ná!!
Nuestra gran amiga Gladys nos solucionó la toma de decisión con un comentario: “Es una cuestión de fé”. Sí señor, de fé en nosotros, de confianza en saber que podremos disfrutar todo lo bueno y solucionar todo lo malo que nos encontremos, siempre con la satisfacción de saber que estamos realizando un sueño... Y la respuesta fue un ¡sí!, ¿qué más se le puede pedir a la vida? 😊
A partir de aquí todo son ganas. Las ganas de descubrir mundo, de vivir experiencias nuevas, de aprender de todo lo nuevo que encontremos, de olvidarnos de nuestra “zona de confort” (qué echaremos más de menos, ¿¿la tv o la lavadora??), ganas de decidir a cada momento qué hacer (ok, ok, yo tengo mis esquemas mentales, excels y notas, no pensaréis que voy a dejarlo todo al azar?!)... Ganas de comprobar fuera de nuestra entorno habitual cual es nuestra manera de ver y vivir la vida, de conocernos más y más, para darnos alas y apertura de miras para decidir nuestro futuro.
Ya por último (sé que este primer post está siendo larguito) quiero agradecer a esa persona que ya sabe TODO: todas las alegrías, este sentimiento de libertad, las fuerzas compartidas y los sueños por realizar. Porque sin ti nada de esto sería lo que es: ¡felicidad!
Y ahora para todos los que hayáis leido este post, espero que disfrutéis con nosotros de este gran proyecto y que nos escribáis mucho, mucho, mucho, porque estoy segura de que nos hará una ilusión enorme saber de todos vosotros: mamis (nótese la primera posición), papi, hermanos y familia en general, mejores amigos, amigos habituales y conocidos, desde Barcelona, Perú, Galicia, Bilbao, Alemania, Francia, Holanda... ¡¡Nos acordaremos mucho de todos!! Mare meva, ¡ya empiezo a echaros de menos!
En siguientes posts información sobre los preparativos, solicitud de direcciones para enviaros souvenirs, ¡y mucho más!
Muak! muak! muak!!!